En el siglo X, One-Eye, un enigmático y silencioso guerrero con una fuerza sobrehumana que ha permanecido esclavizado durante años, logra acabar con la vida de su captor, y huir junto a Are, el niño que le ha prestado su ayuda para escapar. En su huida ambos acabarán por enrolarse en un barco tripulado por vikingos, iniciando así un viaje que les transportará a una tierra desconocida, una tierra de autodescubrimiento, pero también de sangre, y dolor.