El 24 de agosto de 1981, los recién casados Larisa y Vladimir Savitsky subieron a bordo del avión siguiendo el vuelo Komsomolsk-on-Amur – Blagoveshchensk. 30 minutos antes del aterrizaje, la aeronave civil AN-24 colisionó con otra aeronave y se partió en pedazos a una altura de más de 5 kilómetros sobre el suelo. Se suponía que nadie sobreviviría… pero sucedió un milagro. Larisa Savitskaya se despertó en medio de los restos del avión en la impenetrable taiga. Ahora ella misma tiene que crear un verdadero milagro, que solo una persona de mente fuerte es capaz de hacer.