En circunstancias inusuales, científicos de diferentes países trabajan juntos para lograr un objetivo científico común. Encerrados en su laboratorio espacial giratorio, están aislados del mundo (familiares y amigos) y solo pueden observar desde el exterior cómo la vida en la Tierra continúa sin ellos. La estación espacial es un monumento no solo a las debilidades de la humanidad, sino también a su capacidad para hacer lo imposible por el bien de la vida en el espacio.