Un asesino sin escrúpulos, al que sólo se le conoce por el pseudónimo de Chacal, es contratado por un jefe de la mafia rusa para eliminar a un alto mandatario de gobierno de los Estados Unidos como represalia por la muerte de su hermano. El director del FBI, Preston se enfrenta al reto más grande de su carrera: con la ayuda de Valentina Koslova, una oficial de la inteligencia rusa, tendrá que desenmascarar al Chacal, descubrir quién es su objetivo y evitar el fatal desenlace. La única forma de conseguirlo es encontrar a alguien que piense como él: Declan, un antiguo activista del IRA.