Dwight y Jessie están en desacuerdo sobre los cuidados de su frágil y enfermo hermano menor Thomas, que solo vive de la sangre humana. A Dwight le cuesta comprender que para que su hermano viva tengan que dejar tras de sí un reguero de cadáveres, pero cuando empiece a distanciarse de su familia, la implacable Jessie hará lo que sea necesario para mantenerlo en casa.