Empieza la cuenta atrás: Monty Brogan está a punto de perder la libertad. En tan sólo 24 horas deberá entrar en prisión, donde pasará siete interminables años. Monty, el que fue en su día el rey de Manhattan, tendrá que decir adiós a las luces de los flashes, a sus sueños de grandeza y al único tren de vida que conoce, una vida que le abrió las puertas de los clubes más elegantes de Nueva York pero que también lo alejó de las personas que más lo querían.