Charlie Cullen es un enfermero considerado uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia. Bajo el apodo «Ángel de la Muerte», Cullen era un padre y marido que se ganaba la vida como cuidador. Su secreta afición de arrebatar vidas le llevó a estar implicado en la muerte de hasta 300 personas, repartidas entre nueve hospitales de las ciudades de Nueva Jersey y Pensilvania a lo largo de 16 años.