La colegiala de Leningrado de ayer, Masha Yablochkina, después de un feroz bloqueo de invierno de 1941-1942, llega a las vías del tren con la esperanza de sobrevivir y ganar fuerza. Desde allí, la niña es enviada a la construcción de la carretera Shlisselburg, que conecta la ciudad con el continente y está a la vista de la artillería alemana. Entonces, la heroína ingresa a la columna de locomotoras 48 de la reserva especial NKPS, que, a costa del riesgo mortal, tendrá que entregar el 75% de toda la carga y el equipo militar a Leningrado.