Kristen quiere celebrar su 30 cumpleaños de una forma especial y decide invitar a su novio, Tyler, y a sus cuatro amigos a una Escape Room, un juego que consiste en intentar escapar de una habitación resolviendo pruebas y acertijos en una hora. Lo que parecía algo divertido y diferente se convierte en una pesadilla para el grupo de amigos al percatarse que, poco a poco, las pruebas se complican de tal forma que se convierte en un juego mortal, en el que la habitación reclama una nueva víctima cada vez. Ahora ya no están jugando a un simple pasatiempo, están jugándose la vida.