Habiendo activado «El Sello de Oricalcos», la oscuridad se apodera de Yami Yugi y logra tomar por completo el control del Duelo, pero faltándole el respeto a sus monstruos. Al darse cuenta de lo que ha hecho, la frustración de Yugi crece y Rafael usa su carta «Guardián Eatos» para lanzar un ataque definitivo, el cual acaba con los LP de Yugi. «El Sello de Oricalcos» reclama el alma del perdedor, pero Yugi decide sacrificarse para perder su alma en lugar de la de Yami Yugi.