Tanjiro sale del aprieto de Asakusa gracias a Tamayo y Yushiro, una pareja de demonios. Tamayo le invita a su mansión, oculta de las miradas gracias a un arte demoníaca. Una vez allí, Tanjiro y su anfitriona discurren la forma con la que conseguir que un demonio recupere su naturaleza humana.