A los treinta años, en la vida de Jesús se cruza Juan Bautista, que predica en el desierto contra los gobernantes de Judea, entre ellos el hijo de Herodes, Herodes Antipas. Juan comienza su misión divina con el bautizo de Jesús, pero pierde la vida decapitado por orden de la hijastra de Herodes Antipas, Salomé.