Cuando Aang, Katara y Sokka llegan a una villa, conocen a una adivina capaz de predecir el futuro. Cada año la adivina pronostica si el volcán junto a la villa hará erupción o seguirá dormido un año más. Todo se complica cuando Aang va a la cima del volcán y ve en él una erupción inminente, contrario a las predicciones que la adivina había hecho ese mismo día.