Mientras Aang y sus amigos comienzan a cruzar el inmenso Reino Tierra, son capturados por las guerreras de la Isla Kyoshi. Sokka es entrenado por estas guerreras del Reino Tierra mientras que la reverencia y admiración del pueblo hacia Aang por el hecho de ser el Avatar comienza a provocar arrogancia en él. Mientras tanto, el Príncipe Zuko encuentra su localización y continúa la persecución.